Se trata de Liemnys Vázquez, participante del programa VCCB, que ha obtenido el Fondo de Apoyo a Tesis en I+D+I+EBCT en la categoría de Liderazgo Femenino. Su investigación promete estudiar impacto del manejo de la madera quemada en la regeneración del bosque esclerófilo, estudio que podría ser de gran utilidad en el futuro cercano.

Liemnys Vázquez de 26 años y origen cubano, eligió Chile como destino para ampliar sus conocimientos en ecología aplicada. Su camino se cruzó con el proyecto VCCB en Valdivia, donde conoció a la directora, Olga Barbosa. La pasión de Liemnys por la ecología se despertó durante sus estudios universitarios, y al decidir realizar un magíster, encontró en el proyecto VCCB la oportunidad perfecta.

“Cuando yo estaba en en la universidad, impartieron la asignatura de ecología y era de estas asignaturas que uno se enamora de ellas y no hay forma de que la dejes, entonces cuando decidí hacer un magister, sabia que quería de ecología y encontré este”.

El magister comenzó en agosto de 2022, ahí Olga era la profesora principal del ramo de Ecología Aplicada, clase en la cual ejemplificaba usando situaciones vividas en el proyecto VCCB para ilustrar mejor el conocimiento a sus alumnos/as. Así Liemnys fue escuchando y aprendiendo más sobre este trabajo con los viñedos, despertando poco a poco su curiosidad en el programa.

Gracias a esto, la estudiante comenzó a acercarse a Olga y comentarle su interés por trabajar junto a ella en esta iniciativa, ahí comenzó su camino junto a VCCB.

“Comencé conociendo y leyendo todos sus papers, lo que hizo que al principio se me dificultara  mucho encontrar un tema, porque el proyecto ha hecho hartas cosas, y en chile también se ha trabajado mucho en ciencia”.

Tras reflexionar y escuchar las inquietudes de las viñas, Liemnys y Olga acordaron enfocar su tesis de magíster en la influencia de los árboles quemados en la lluvia de semillas, junto a Susana Paula, profesora del magíster. Este enfoque surgió a partir de una interrogante planteada por la viña Caliterra, donde una parte del bosque nativo se incendió en diciembre del año pasado con variaciones de severidad entre baja, moderada y alta.

Ante la devastación de la vegetación, la viña consultó al proyecto sobre la opción de cortar los árboles quemados en pie para que rebrotaran desde cero o dejarlos, siendo esta última alternativa menos estética para el paisaje, según relata Liemnys. Así nace la idea de evaluar cómo el manejo de la vegetación quemada en pie podría afectar, desde un punto de vista biológico, la regeneración del Matorral esclerófilo.Ya que estos troncos quemados pueden servir como percha para atraer a las aves, permitiendo que dispersen las semillas no afectadas hacia las áreas donde el suelo quemado estaba expuesto.

Toda esta tarea supuso un desafío considerable para Liemnys. Originaria de un país tropical, donde el matorral esclerófilo no tiene presencia, se vio en la necesidad de realizar una exhaustiva investigación sobre la flora, las especies y la formación vegetal específicas de Chile. “Es súper difícil uno empezar acá desde 0, porque todo es distinto, entonces pasé por varias etapas y un sube y baja de emociones hasta que se logró, y ahora lo único que espero es que todo salga bien”.

Posteriormente, se estableció la conexión con la viña Caliterra, y gradualmente se ha ido desarrollando el proceso para iniciar la investigación. En el marco de su tesis, Liemnys presentó su proyecto de investigación al concurso interno «APOYO TESIS EN I+D+I+EBCT línea Liderazgo Femenino», organizado por la Facultad de Ciencias y el programa Ciencia para la Innovación 2030. «Postular al proyecto fue como esas ideas que surgen de repente, y en el proyecto me dijeron ‘sí, hazlo’. Así que postulé, me lo gané y fue de gran ayuda», comenta.

Etapa actual

En la actualidad, la alumna ha completado la fase de revisión bibliográfica y, a finales de noviembre, llevó a cabo una investigación de campo con los materiales necesarios para la elaboración de trampas de semillas. Estas trampas se colocaron debajo de los árboles quemados para evaluar su efectividad como perchas, facilitando que las aves se posen y liberen las semillas de los frutos consumidos previamente.

Durante los primeros cuatro días, se dedicaron a marcar y delimitar las parcelas designadas para las trampas, construyéndolas simultáneamente. La segunda etapa consistió en decidir qué parcelas se cortarían y cuáles se dejarían intactas. Esto permitirá comparar la caída de semillas en áreas con árboles y en aquellas sin ellos.

Liemnys destaca la intensidad de los diez días de trabajo ininterrumpido, culminando con la instalación de 80 trampas. El estudio oficial comenzó el 1 de diciembre, y el siguiente paso implica regresar a finales de enero para recolectar el contenido acumulado en las trampas de semillas.

La investigadora también resalta la importancia de esta investigación para el futuro, especialmente en situaciones agrícolas post-incendios o disturbios en ecosistemas. Ya que se busca proporcionar claridad sobre los métodos de regeneración del bosque esclerófilo chileno, con el objetivo de tomar decisiones más informadas sobre el manejo de terrenos afectados. La investigación abordará preguntas clave, como la idoneidad de cortar árboles, la utilidad de los troncos, la previsión de una mayor lluvia de semillas y la diversidad de especies en diferentes zonas, etc.

Es decir, el objetivo final es responder a preguntas fundamentales y proporcionar un resumen o guía que oriente las decisiones sobre cómo actuar en situaciones similares.