¿Cómo se instalan estas especies en el territorio?
La verdad, varía mucho de especie en especie, pero la mayor concentración de variedades invasoras -así como también la mayor cantidad de incendios en el país- se encuentra en la zona de Chile mediterráneo, pues éstas provienen de climas similares -como el de España, principalmente- que se caracterizan por poseer regímenes de fuego relativamente frecuentes. Lo anterior, provoca que estas plantas vengan pre-adaptadas a estos escenarios de incendios, siendo estas adaptaciones muy variadas: por ejemplo, los pinos abren los conos con el calor y semillan después. Otras, como la retamilla, sus semillas toleran las altas temperaturas, pero la planta muere. Hay otras en que la planta rebrota. Y así, existe una serie de adaptaciones que han permitido que esas especies puedan permanecer y proliferar en este ambiente perturbado de Chile central.
Otro punto importante que explica García es que sin actividad humana, no hay invasión biológica. Entonces todo se conjuga en favor de la instalación y permanencia de estas especies: zona con clima idóneo, alta densidad poblacional y abundante actividad productiva, agrícola y forestal. “Si agregamos este nuevo escenario de incendios forestales -que siempre han existido, pero no con la recurrencia e impacto de los últimos años- hace que tiendan a verse favorecidas y permanecer en el sistema”, creándose una especie de “círculo virtuoso o feedback positivo de invasión, donde algunas especies -no todas- tienen algunas características que hacen que los fuegos sean más recurrentes también. Entonces los fuegos favorecen su establecimiento, y su establecimiento estaría favoreciendo aumentar la propagación o intensidad de los incendios”, apareciendo conceptos muy mencionados en los últimos tiempos, como el de “especie pirofítica” que, explica, “es una característica, no un atributo negativo, pues cualquier especie que tenga una adaptación al fuego es pirofítica, como muchas especies nativas también lo son”, pues depende más bien del estado de degradación de los bosques. “Si vas a un bosque bien conservado y se quema, el impacto va a ser bajo y se va a recuperar solo, pero en un ambiente completamente degradado, que ya tenía presión de ganado, incendios pasados, mezclado con suelo agrícola ya invadido, después de que se quema, las especies ya vienen en baja, entonces solo falta rematarlas”.
García agrega que “los incendios se están moviendo al sur, buscando ecosistemas un poco menos alterados y la respuesta de las especies nativas ha sido bastante buena”, precisando que “el problema es que muchas de las especies exóticas están igual o más adaptadas. Entonces uno va a un sitio que se quemó, por ejemplo, el 2017, cerca de Constitución, donde he visitado varios bosques nativos, y las especies se recuperaron casi completamente, pero se les adicionó mucha especie exótica, pasando de tener muchas nativas y una que otra exótica, a tener casi la misma cantidad de nativas y exóticas”. Si eso se mantiene en el tiempo y hay otro incendio, “probablemente la proporción será tener cada vez más plantas exóticas y menos nativas, iniciándose una sustitución lenta del uso de suelos y de las especies que van dominando, producto de la interacción de factores antrópicos, como los incendios forestales”.
Otra dificultad es que “no está claro a qué están adaptadas. Los incendios no son tan frecuentes, como en otros ecosistemas en que puede afirmarse: “sí, es al fuego””. Pueden ser adaptaciones a las heladas, al ramoneo de los herbívoros de antaño, entre otros. “Pero, independiente de cuál haya sido el motivo evolutivo por el cual las especies son capaces de rebrotar, el punto es que ahora, después de la acción del fuego, siguen rebrotando”.
Las estrategias que tienen las especies nativas y las exóticas para hacerlo también son diferentes. “Mientras, la mayoría de las especies nativas lo que hacen es rebrotar, muchas de las especies exóticas germinan después del fuego”. Es decir, si corto un árbol nativo, el árbol va a rebrotar. De ese mismo tocón que quedó empiezan a salir nuevos vástagos, nuevos tallos, pero sigue siendo un individuo. Eso es rebrotar. “Lo que hacen las especies exóticas es germinar de las semillas, entonces puedo tener 100 semillas por metro cuadrado, y salen 100 plantas nuevas, aunque muchas de ellas mueran. O sea, la comparación es de un árbol que rebrotó, versus 20 retamillas que lograron establecerse. Además, al ser semilla es reproducción sexual, entonces hay variabilidad. Todos los individuos que germinan son distintos. Pero si rebrotas, es básicamente una reproducción cronal, vegetativo, no hay variabilidad genética, por lo que la probabilidad de que la población tienda a declinar va a ser más alta, porque solo estoy manteniendo el sistema”.